viernes, febrero 24

Él era un tipo duro, un chico malo.

Inestabilidad Mental.

Siempre acudía al mismo taburete de la misma barra, pedía la misma copa a la misma camarera. Él era un tipo duro, de esos que sólo pueden ser comparados a Brad Pitt en El Club de la Lucha. Sus músculos eran voluptuosos, y podían verse a cien millas bajo aquellas camisetas básicas de manga corta. Solía contarle sus últimos enfrentamientos a la Rubia, los cuales ella escuchaba con una mezcla entre emoción y preocupación. Él sabía cuidar de sí mismo, él era un "tipo duro", como a ella le gustaba denominarle. Compartían una copa de Vodka y sus preocupaciones. No hacía mucho tiempo que ella había comenzado a trabajar en ese bar de mala muerte y dudosa reputación, pero ese periodo había bastado para que ambos supiesen que nunca se separarían. No mantenían una relación estrecha, ni estaban enamorados, simplemente disfrutaban mutuamente de su compañía.
- Algún día te partirán esa bonita cara - solía decir ella, más en broma que en serio.
- Ese día bastarán tus preciosas manos para sanarla - respondía con su irresistible y cínica media sonrisa.
La tensión sexual entre ambos podía palparse en el ambiente, pero ninguno quiso dar el paso. Quizás eso hubiese modificado su idónea relación. Solían charlar hasta que la hora de cerrar llegaba. Entonces, él se ofrecía para acompañarla a la parada del autobús. Caminaban, sintiendo la suave brisa nocturna contra su piel.
- Cuídate - decía ella a modo de despedida.
Él nunca le contestaba, quizás no le gustasen las despedidas. Se limitaba a besar la frente de la chica y a desaparecer entre las callejuelas.
Inestabilidad Mental.

12 comentarios:

Kami dijo...

Linda y pequeña historia.
Lo siento, pero no puedo con las ganas de imaginarme un final (feliz, yo soy así) para esta pareja.

Nancy dijo...

Exacto! Yo todo lo relaciono con una historia de amor con final felíz, y una pareja asi me encantaría.
Muy linda la historia tal vez algún día podrás hacer una segunda parte con gusto la leería.
Te mando un abrazo!

Pepe Deapié dijo...

Buen relato. A mi me gusta el final. Chicos listos, que no quisieron arriesgarse a estropear una buena amistad.

Pitt Tristán dijo...

Vivimos como soñamos, solos.

Cicatrices dijo...

Por todos lados hay historias que contar, hay pequeños círculos de gente que cuenta con sus propias miradas lo que pasa. Un beso Helena :)

bé. dijo...

Es una de las historias más extrañas y bonitas que he leído. Tiene muchos puntos de vista y me gusta mucho la parte esa de "La tensión sexual entre ambos podía palparse en el ambiente, pero ninguno quiso dar el paso. Quizás eso hubiese modificado su idónea relación."
Un besazo, guapísima.

¿Me abrazas? Lola dijo...

A veces acciones, arruinan momentos que podrían llenarnos en el futuro... muy buena historia...
Saludos... ñ_ñ

Annie Costello dijo...

Relaciones de barra de bar, de camarera cliente. Es curioso como a pesar de la barra que se interpone entre ambos no hay nada que los separe. Aunque él trate de preservar su aura de misterio, sabe que comienza a depender (probablemente demasiado), de esa Rubia a la que besa en la frente.

Tú y tus historias que me hacen sonreír :)

luispapiro dijo...

Te queda muy bien con la música y el texto, muy cinematográfico.

Mentiirae dijo...

Que sepas que aunque no te comente me encanta leerte y lo hago siempre que puedo. Echo atrás la página para ver si hay algo nuevo y leerlo. Eres muy buena y a mí me gusta leerte :)
Un beso preciosa, espero que todo vaya bien!

Maria dijo...

Esta pequeña historia ha sido preciosa *.*
Espero que puedas pasarte por mi blog: http://itsnowornever-isthetimeofyourlife.blogspot.com/
Besos.

Naree* dijo...

Que buen texto. Escribis muy bien, me enganche con la historia. Te felicito. Un beso :)